Presentación de los libros "Progresar es fácil, lo difícil es soportarlo" y "La pareja: amor, sexo y ternura" de Virginia Valdominos y Magdalena Salamanca

  • Fecha:24-03-2023
Presentación de los libros "Progresar es fácil, lo difícil es soportarlo" y "La pareja: amor, sexo y ternura" de Virginia Valdominos y Magdalena Salamanca

24 de Marzo de 2023

La Editorial Grupo Cero presenta los libros: · Progresar es fácil, lo difícil es soportarlo · La pareja, amor, sexo y ternura.

Tercer y cuarto libro en colaboración de las autoras Magdalena Salamanca y Virginia Valdominos, psicoanalistas del Grupo Cero.

Llevado a cabo el viernes 24 de febrero de 2023 a las 17:15 hs en la sede de la Escuela de Poesía y Psicoanálisis Grupo Cero en Madrid.

Presentan: Alejandra Menassa, médico y psicoanalista del Grupo Cero. Pilar Rojas, médico y psicoanalista del Grupo Cero.

Fotografías realizadas por Helena Trujillo

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PRESENTACIÓN DEL LIBRO PROGRESAR ES FÁCIL, LO DIFICIL ES SOPORTARLO

Tengo el placer de invitarles a leer ¿Qué otra cosa es una presentación que una invitación a la lectura? el libro Progresar es fácil, lo difícil es soportarlo. Las autoras, Virginia Valdominos y Magdalena Salamanca, son ambas compañeras psicoanalistas de la Escuela de Psicoanálisis Grupo Cero, por lo que es para mi una alegría poder acompañarlas en esta ocasión. El miércoles estuvimos en la presentación del disco de tango Siempre se vuelve a Buenos Aires, de Virginia Valdominos, que ha logrado construir una bellísima voz, siempre en proceso. Fue en la sala Clamores y fue una delicia disfrutarlo. Y también una alegría compartir mesa en la presentación con la Dra. Pilar Rojas. Así que está claro que estas compañeras, con psicoanálisis, han aprendido a tolerar el éxito. Nos muestran en acto que así ha sido. Estoy muy feliz de esta demostración de poder femenino de las mujeres Grupo Cero, que igual te cantan un tango, que te escriben no ya uno, sino dos libros o realizan cada día su función de psicoanalistas que tan bien les hace a los ciudadanos madrileños y de otras partes del mundo.

Todo el libro gira en torno a una enseñanza del Director de la Escuela, el médico y psicoanalista Miguel Oscar Menassa: "Ser poderoso no alcanza, después, hay que poder soportarlo, llevarlo adelante, hacerse cargo del amor que se genera con el poder, hacerse cargo del saber que se genera con el poder, eso es lo más difícil."

El libro nos señala esta dificultad del ser humano de aceptar el progreso, el bienestar, el crecimiento. Para entender esta paradoja no hay otra que acudir al psicoanálisis. Desde la razón ¿Cómo no vamos a tolerar un bien, cómo vamos a hacer cosas en contra de nuestro crecimiento? Las autoras despliegan en un lenguaje coloquial toda esta complejidad psíquica que nos lleva al autosabotaje o al éxito.

Las producciones escriturales de los miembros de la Escuela de Psicoanálisis Grupo Cero son la forma de dar cuenta de cómo uno ha sido transmitido. Cómo se han encarnado en él los conceptos aprendidos, cómo es su transferencia con la teoría. Luego está la cuestión de a quién van dirigidos. Hay libros que podríamos llamar divulgativos, dirigidos al público en general ¿quién no trabaja? Todos los humanos. Libros como éste, que a mi entender, si partimos de que la ideología se desprende siempre de la teoría, están contribuyendo a generar una ideología psicoanalítica.

Cuando muchos empresarios o trabajadores con otros lugares de responsabilidad lean este libro, será difícil que nos conformemos con una explicación de los hechos laborales que solo tenga en cuenta la razón, que no incluya los procesos inconscientes en la lectura que se hace de los hechos acontecidos.

El libro se divide en cuatro apartados, el primero es La importancia del trabajo en nuestras vidas. El concepto de trabajo, que varía según la ciencia de la que se trate, es un concepto central en psicoanálisis. Desde la definición de la física: el trabajo es fuerza por desplazamiento y se mide en Julios, al trabajo como productor de transformación psíquica, de desplazamientos de energía de carga, es la fuerza pulsional puesta en un desplazamiento, ya no de objetos, sino de prejuicios. El trabajo puede mover una mesa y un afecto, un ladrillo y un síntoma.

En la segunda parte del libro, Aspectos psíquicos que interfieren en el trabajo, las autoras nos hablan de estos obstáculos psíquicos que se ponen en juego en el desempeño laboral. Así, hay trabajadores que replican maneras familiares en el lugar de trabajo, y necesitan un superior con el que pelearse, como se peleaban con su padre, un compañero al que celar, como hacían con sus hermanos, etc. Entonces, se impone una infidelidad...para progresar es necesario ser infiel: a las ideas, a las personas, a los prejuicios, a la manera de vivir de antes, a la familia, a todo. La propuesta es una verdadera transgresión para poder crecer.

Freud ya nos advertía que los humanos no tenemos una predisposición natural al trabajo. "Es menospreciado por el hombre como camino a la felicidad, y no se precipita hacia él como a otras fuente de goce" En la tercera parte del libro Salud Laboral, nos hablan de la importancia psíquica del trabajo. Siguiendo a Freud, señalan que el trabajo nos ofrece la posibilidad de desplazar a él una parte muy importante de los componentes narcisistas, agresivos y aún eróticos de la libido. Muchas veces, la mayoría de las dificultades no están en el desempeño del trabajo, sino en la complejidad de las relaciones con el otro semejante.

Marx nos decía en la crítica al programa de Gotha que: "El trabajo sólo es fuente de riqueza y de cultura como trabajo social, dentro de la sociedad y a través de ella". Como nos recuerdan las autoras, somos sujetos sociales.

No nos vendemos a nosotros mismos, lo que vendemos es nuestra capacidad de trabajo, Marx tuvo también la lucidez de distinguir el trabajador del trabajo. Hecho fundamental.

Depende de cómo concibamos el trabajo, así trabajaremos. Por eso, si tenemos una concepción religiosa del trabajo como castigo al que nos sometieron al expulsarnos del paraíso por el pecado original, iremos a trabajar como quién acude a recibir su penitencia. La noción, por supuesto inconsciente, de trabajo que manejemos se mostrará en nuestra acción laboral para quien sepa leerla, un psicoanalista.

Nos hablan de la angustia y de la culpa, como inherentes al sujeto psíquico. Antes de todo acto, hay angustia, incertidumbre, después hay culpa. Quien sepa arreglárselas con ambas será mejor trabajador.

La última sección teórica del libro, antes de pasar a los casos clínicos es Impedimentos al progreso personal y profesional. Donde nos hablan de las fantasías inconscientes como dique a la capacidad transformadora del trabajo, del menosprecio a lo femenino que hace que la mujer parta de una negación inmovilizadora,o de las posiciones infantiles donde hay una incapacidad de poner el movimiento el don: Sólo han aprendido a recibir y parece no llegarles nunca el momento de dar.

En ese sentido, me parece esclarecedor este fragmento de untexto de La vaca y el moribundo, un libro de Miguel Oscar Menassa. El trabajo es un acto generoso, es un acto de amor, doy a otros lo que no tengo, lo que mi trabajo es capaz de producir, sin embargo, hasta dónde el narcisismo sin puntuación, mal entendido, puede evitar ese don a otros, ese acto generoso. El texto es:

"- Un niño hoy es una boca que debemos alimentar mañana porque esa boca será dos brazos que den de comer a 10 bocas.

Fui por la vida montado en esa frase que leí a los 14 años, por casualidad y sin intervención, aparente, de cómplice alguno, y atribuí no sé porqué motivos a Mao, pero esa frase no tenía en cuenta la envidia.

Me he visto dándole de comer a una boca que, para seguir siendo boca, iba cortando sus brazos a medida que le crecían, para no darle de comer a nadie, para sentirse frente a mí, el único niño del mundo.

Y bocas feroces que se comían todo lo que había y después lo escupían, para poder tener hambre nuevamente y comerse toda la comida de los otros niños. En esta fantasía, no era que no existían otros niños, son que el personaje central de la película, a los niños que no eran él, los mataba de hambre.

Hubo bocas serenas, que se cuidaban de todo. Tampoco llegaron muy lejos en ningún tipo de nueva ética. Cuando no comían, no permitían que comiera nadie y cuando comían, se empecinaban en que tenía que comer todo el mundo.

Y hubo bocas y bocas, bocas sedientas y hambrientas y nunca llegamos a ser tantos brazos para alimentar tantas bocas.

Por eso, querida vaca,

EL SIGLO XX HABÍA FRACASADO."

En el último apartado, las autoras nos presentan varios casos clínicos en los que la mirada psicoanalítica arroja una luz allí dónde la razón no pudo. Donde despliegan encasos prácticos como el sentimiento de culpa inconsciente, el rechazo a lo no familiar, que se considera extraño y hostil, el menosprecio a lo femenino o toda la problemática inconsciente con el dinero, deben ser interpretados para abrir otras secuencias significantes, otras frases sobre el trabajo, el dinero, el éxito, el progreso.

Muchas gracias compañeras por este embarazo gemelar y parto múltiple, cuyo fruto recibimos hoy. Les aconsejo a todos su lectura.

Alejandra Menassa de Lucia

Médico especialista en Medicina Interna. Psicoanalista

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PRESENTACIÓN DEL LIBRO DE LA EDITORIAL GRUPO CERO LA PAREJA: AMOR, SEXO Y TERNURA

Hay una frase de Miguel Oscar Menassa que las autoras toman, que dice: Aprender a conversar tranquilamente, eso enseña el amor. Y la publicación de un libro es un gesto de amor. Este libro trata de eso, de una conversación entre cada uno de los lectores y a través del psicoanálisis, porque no podría ser de otra manera, siendo las autoras psicoanalistas de la Escuela de Poesía y Psicoanálisis Grupo Cero.

Un libro que nos propone una transformación. Para cada uno. Que nos abre un camino diferente de pensar lo humano, que se aleja de los estándares habituales incluyendo otras disciplinas que trabajan las cuestiones psíquicas. Porque no se trata de homogeneizar sino de aceptar las diferencias del ser humano. Somos semejantes pero diferentes, incluso con respecto a nosotros mismos. Una diferencia que se construyen en la constitución del sujeto y que las autoras plantean como uno de los más importantes.

Y si de construir como humano se trata, existe una diferencia radical con respecto a todos los animales o a todo lo animal que pueda haber en nosotros, como, por ejemplo, las necesidades básicas como comer o respirar, y es que somos seres hablantes.

Nuestra vida se va construyendo con palabras, podríamos decir que la vida de cada uno es lo que dice de su vida y en ese decir se ponen en juego las cuestiones inconscientes que determina, no sólo lo que cada uno dice, sino también lo que le pasas y lo que siente, algo que las autoras rescatan una y otra vez a lo largo del libro. Ahora bien, una cosa es lo que a uno le pasa y dice y otra lo que realmente le pasa.

Es importante hablar, conversar, pero no con cualquiera ni con cualquiera ni de cualquier manera. Sólo la escucha de un psicoanalista permite interpretar lo que está en juego en cada momento lo que abre la posibilidad de modificar o de romper esa cadena a la que está atado y que hace penar de más, sufrir, detenerse, inhibir el crecimiento. El psicoanálisis desbroza los caminos, abre nuevas posibilidades de vivir y relacionarse.

Posibilidades que nos muestran las autoras y que requiere el trabajo de cada uno para la transformación.

A lo largo del libro vemos desplegarse cuestiones fundamentales que constituyen como humanos como el deseo que las autoras introducen a propósito de los celos, un sentimiento humano que todos sufrimos, o no, porque sentir no es lo mismo que padecer y que se producen un momento temprano de la constitución relacionado con algo incuestionable: somos seres caducos, mortales, había mundo antes de nosotros y habrá mundo después de nosotros. Celos relacionados con un deseo por alguien o algo.

Aceptar es el primer paso para poder transformarlos, y esto no sólo con los celos sino con cualquier otro sentimiento, la envidia, la culpa, el amor, el odio, la ira, la agresividad. Si no se acepta o se reprime todo aquello que a uno le pasa se va a ver arrastrado por ello, va a guiar su vida, sus palabras, su acción. Pero cada cosa en su lugar y en una medida, cierto grado de agresividad es necesario para vivir, para trabajar, para follar, para llegar a viejos. Pero una cosa es la agresividad y otra distinta la agresión.

Los humanos somos seres complejos y de esa complejidad nos habla este libro. De la necesidad de los otros para vivir, para trabajar, para construir nuestro pequeño o gran mundo, tanto más pequeño cuanto más nos empeñemos en poder solo, algo además fomentado por la sociedad con la proliferación de los libros de autoayuda: hazlo tu sólo que puedes, cuando en realidad no podríamos ni sobrevivir, moriríamos si no hubiera alguien que nos cuide, nos alimente, nos meza, nos hable.

Si el psicoanálisis nos propone una manera diferente a la habitual de pensar lo humano, también el amor del que nos dice que es un sentimiento de la especie que une a los individuos para su perpetuación de la especie. Un sentimiento en el que está en juego la ambivalencia afectiva, amar y odiar a la vez a la misma persona. Un amor que se piensa en general de acuerdo al mito de Aristófanes de la media naranja. Alguien que nos completa, todo para negar que somos seres carentes, carecemos de lo que nunca tuvimos, la inmortalidad. Y no se trata de decirlo sino de mostrar en cada acto o en cada frase que lo somos. No es algo de la evidencia sino de la construcción en cada uno de la ley y de la renuncia a esos deseos infantiles por la madre y por el padre. Un amor único y fatal por la madre al que se tiene que renunciar y un amor pacificador el del padre que viene a poner límites, a separar.

Pero el amor puede ir más allá de la especie, sería el amor social, construir y trabajar para otros, para un mundo mejor, como aquellos que canalizaron el agua o construyeron puentes o escribieron libros, todos ellos gestos de amor.

Amar a una sólo persona y renunciar a los propios deseos o a la propia vida empequeñece la vida de cada uno de los integrantes de la pareja. Se trata de separarse, no de juntarse y se trata de sumar y de sustituir, no de restar. Tener más de un amor y trabajar por ese amor, sea persona o cosa, nos hace crecer. Mostrase deseante y no deseado, activo, no pasivo enriquece la vida y las relaciones cualesquiera que sean.

Ahora bien, como señalan las autoras, tomando una frase de Amelia Diez somos espectadores, no actores de nuestra vuestra vida. Ver lo que sucede en la escena y actuar de acuerdo con ello.

Pero los humanos no son solo seres deseantes sino gozantes y gozar se goza siempre de cualquier cosa, incluso del síntoma o del sufrimiento. También hay un goce. Gozamos y deseamos como hablantes, por eso rectificar la manera de gozar transforma la vida.

Y ya para finalizar hablemos de sexo y ternura. La ternura que también tiene un origen sexual, es una tendencia sexual inhibida en su fin, Y con respecto al sexo, una primera diferencia: una cosa es la sexualidad y otra la genitalidad. Ambas son importantes pero diferentes. El concepto de sexualidad para el Psicoanálisis es un concepto ampliado, todo lo tocado por el lenguaje, no solo la genitalidad y sus vicisitudes sino también escribir, pintar, leer. Todo en infinitivo, de eso se trata. No sólo masculino o femenino sino masculinidad y feminidad en cada uno. No solo homosexual y heterosexual en cada uno sino homosexualidad y heterosexualidad en cada uno. Cuatro sexos en cada uno padre, madre, hombre y mujer.

Estas son algunas de las puertas que este libro nos abre a una nueva manera de pensar y hacer, que con trabajo cada uno puede construir. Gracias Virginia, gracias Magdalena por vuestro deseo, amor y vuestro trabajo.

Pilar Rojas

Médico y psicoanalista